Teoría de la relatividad
La teoría de la relatividad especial,
formulada por Albert Einstein en 1905, constituye uno de los avances
científicos más importantes de la historia. Alteró nuestra manera de concebir
el espacio, la energía, el tiempo y tuvo incluso repercusiones filosóficas,
eliminando la posibilidad de un espacio/tiempo absoluto en el universo.
Se complementa con la teoría de la
relatividad general, publicada en 1915, algo más compleja y que pretende aunar
la dinámica newtoniana con parte de las consecuencias de la primera teoría
especial.
Con la teoría de la relatividad especial, la
humanidad entendió que lo que hasta ahora había dado por sentado que era una
constante, el tiempo, era en realidad una variable. No sólo eso, sino que el
espacio también lo era y que ambos dependían, en una nueva conjunción
espacio-tiempo, de la velocidad.
Luis Álvarez-Gaumé, director del grupo de física
teórica del CERN, nos explica en conversación telefónica:
Lo más importante es entender cómo el tiempo
depende, en realidad, del movimiento, de la velocidad. Eso fue lo que lo cambió
todo.
Einstein se basó a su vez en dos hipótesis:
1.
Las leyes de la física son las mismas mientras el sistema de
referencia sea el mismo e inercial. Esto es, ambos se mueven a una velocidad
constante. Si una ley se cumple en un sistema, también se debe cumplir en el
otro.
2.
La velocidad de la luz es una constante universal, que se define
como c. Que era constante lo habían demostrado algunos años antes otros dos
grandes científicos, Michelson y Morley.
Pero para
llegar al famoso E = mc2 antes
tenemos que entender dos conceptos muy importantes: por un lado qué es
exactamente la relatividad y por otro lado entender el espacio-tiempo y cómo
define lo que se conoce como líneas de universo. Por último, aunque no
deduciremos los pasos matemáticos necesarios para llegar hasta la ecuación,
veremos las consecuencias que tiene y cómo se relaciona dentro de la teoría de
la relatividad general. Vamos allá.
Qué
es la relatividad
La situación que imaginó Einstein ha sido usada
y explicada hasta la saciedad en escuelas y libros de física. Imaginemos un
tren y a dos individuos, uno de ellos está montado en el mismo y otro lo ve
pasar a toda velocidad desde el borde de la vía. El tren se mueve a 200
kilómetros por hora.
Un momento, ¿se mueve? ¿seguro? Sí y no al mismo
tiempo. Para la persona que va sentada dentro el tren no se mueve, está quieto.
Sólo se mueve para la persona que está al borde de la vía. Es algo,
efectivamente, relativo.
Einstein luego imaginó que alguien tira una
pelota a 20 kilómetros por hora hacia delante dentro del tren. Para la persona
que está dentro la pelota se mueve a esa velocidad pero para la persona que
está abajo esa pelota se mueve , sin embargo, a 220 (200+20) kilómetros por
hora.
Ahí es cuando toca recordar que la velocidad de
la luz es constante, y es cuando empezamos a entender que algo no encaja del
todo con el concepto de que el tiempo también lo sea. Puesto que la velocidad
de la luz siempre es la misma, al volver al ejemplo del tren y la persona que
está dentro si en lugar de lanzar una pelota enciende una linterna proyectando
un haz de luz hacia delante, la persona que está abajo no ve ese haz propagarse
a la velocidad de la luz+200 km/h, la ve propagarse a la velcoidad de la luz,
sin más, independientemente de lo rápido o lo lento que vaya el tren porque,
simplemente, es una constante.
Fuente: http://es.gizmodo.com/la-teoria-de-la-relatividad-especial-explicada-de-mane-1691315854
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